La Rosa y la Tormenta

Era una tarde de primavera, bien lluviosa
Mientras contemplaba la lluvia al mojar la calle
Note una rosa encorvada, encorvada por los azotes
del viento y la lluvia

Yo seguí contemplando la rosa mientras trataba
de mantenerse firme, nunca se dio por vencida
Aunque la lluvia continuaba abatiéndola, azotándola,
castigándola y el viento no la perdonaba
Continuaba en su lucha aferada a la vida


Cuando ceso la lluvia el sol salio en su resplandor.
Note que ya no estaba encorvada si no derecha, firme
y una vez más con esplendida hermosura
Luego medite en lo que había visto
Y trate de analizar él porque.

Vi que en la vida hay momentos de tormentas donde
debemos sobrevivir, luchar y confiar en Dios que nunca
nos dejara sabiendo que después de la tormenta viene la calma
Regresa la paz, la paz del señor

Y como aquella rosa en su inocensia acepto lo que pudo evitar
Sabiendo que no tenia escape que aunque tuvo que encorbarse
para sobrevivir, sabia que ella estaba en las manos del señor
Y no se romperia, porque el nunca nos da pruebas que no
podamos llevar, siento lo que la rosa tuvo que pasar

Y como la rosa me encorbare, me humillare, aceptare el
trato de Dios en mi vida, pero no me rendire, aceptare lo que
no puedo cambiar no importando que tormenta venga hacia a mi
Siempre me mantendre firme con valentia y determinasion
Para enfrentar un nuevo dia, reconociendo que aquel que
esta conmigo es mayor que el que esta con el mundo

Y en su palabra dice:
La caña cascada no quebrara, el pavilo que humea no apagara
No he visto justo desamparado, ni su simiente que mendigue pan


Dios les Bendiga